Nuestra sociedad actual, carente de valores y deteriorada, nos obliga a desarrollar nuevos modelos de predicación efectivos que nos muestren la misión cristiana, asà como los valores del Reino.
Nuestra sociedad actual, carente de valores y deteriorada, nos obliga a desarrollar nuevos modelos de predicación efectivos que nos muestren la misión cristiana, asà como los valores del Reino.